Por: Miriam Rizcalla de Cornejo
Hoy, como es tradición, se celebra la gran fiesta religiosa en honor a
San Isidro Labrador, santo patrono del distrito de Soná. Como ya es habitual, año tras año, la iglesia suele estar abarrotada de fieles creyentes y devotos del santo. Finalizada la ceremonia, una procesión multitudinaria recorre las calles del pueblo. Familias enteras, muchos de ellos provenientes de los campos y zonas más distantes, dicen presente para honrar, llenos de fe, a San Isidro Labrador.
Este año la festividad se reviste de un aura aún más especial, pues la imagen que representa al santo cumple cien años desde su llegada al pueblo. Imagen respetada y venerada a lo largo de un siglo de feliz existencia entre los feligreses del distrito.
Siendo la ocasión más que especial, la parroquia San Isidro concede el honor al
padre Aníbal Cornejo, un sacerdote nacido en Soná, como abanderado de tan importante fiesta religiosa para todos los sonaeños. Distinción especial en sus Bodas de Oro al servicio de la Iglesia Católica.
La devoción hacia el santo patrono crece con el pasar de los años, una historia que data desde los inicios de Soná.