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| Maestra Stella Fonseca |
Por: Miriam Rizcalla de Cornejo
Cien años de edad cumplió el pasado mes de diciembre la muy querida y respetada maestra Stella Fonseca, en Soná. Cien maravillosos años de todo un personaje en el pueblo.
Siendo muy joven llegó a Soná para trabajar como maestra en la escuela Miguel Alba, llegando a ocupar el cargo de directora del plantel por varios años. Desde entonces hizo de Soná su segundo hogar, lugar donde ha permanecido la mayor parte de su vida.
Siempre activa en los asuntos de la iglesia, encargada de cuidar todos los bellos y antiguos manteles finamente bordados y tejidos que adornan el altar mayor, tanto de la iglesia San Isidro como del santuario San José, y todos los altares donde se ubican las bellas imágenes de los santos.
Una verdadera dama, llena de encanto y de gracia, siempre ataviada con el lujo propio de la sencillez tan característica en ella. Una gran conversadora, con muchos detallitos históricos y curiosos del pueblo para contar y documentar.
Gloria al ser abnegado que cuida, con amor a la patria, salud...hermoso himno al maestro que ilustra, -en su caso, merecidamente- su misión al servicio de la educación.
Por su calidad de persona, su riqueza como ser humano, y tantas cualidades que le adornan, se ganó fácilmente el cariño, respeto y admiración de toda la comunidad.
Por su calidad de persona, su riqueza como ser humano, y tantas cualidades que le adornan, se ganó fácilmente el cariño, respeto y admiración de toda la comunidad.
Verla llegar a tan gloriosa edad ciertamente resulta conmovedor, una sensación de ternura invade a todo aquel que ha tenido la dicha de conocerla, un ser lleno de nobleza a quien Soná, a sus cien años de edad, felicita con todo su corazón. ¡Feliz cumpleaños!