Por: Miriam Rizcalla de Cornejo
Dos personajes muy singulares, épocas muy diferentes...algo de similitud...
Escenario: Nueva York, 2013
Protagonista: Alcalde Michael Bloomberg
Pero ¿qué locura es ésta? se preguntarán y, aunque parezca tal cosa, no lo es. Hace un par de días me amanecí con un Bloomberg muy molesto por el fallo de un juez de la Suprema Corte del estado de Nueva York, que echa por tierra su propósito de prohibir la venta de sodas en envases grandes, gigantes, cuyo consumo tanto daño causa a la salud. Bloomberg tiene librada una batalla contra la obesidad, causante de unas 5000 muertes de neoyorquinos al año. Una de cada ocho personas tiene diabetes debido al consumo de elevadas dosis de azúcar.
¿Y qué tendrá que ver uno con el otro? Nada, claro está. De Soná a Nueva York, más de medio siglo de por medio entre uno y otro, el asombro es lógico.
No son los hechos lo que me lleva a relacionarlos, sino esa personalidad en ocasiones templada para llevar a cabo sus planes, algo que a Bloomberg, con esta medida, le valió una serie de críticas negativas, la gente enfurecida consideró la prohibición una violación a sus derechos, algo inconstitucional, muchos se organizaron para demandar y que la prohibición no prosperara. Él, pese a todo, no cesó en su intento, los señalamientos en su contra no lo detuvieron.
Escenario: Soná, hacia finales de los '60
Protagonista: Alcalde Samuel Cornejo
Samuel Cornejo -alcalde de Soná en los '60- con ideas muy estrictas, es recordado hasta el presente por las hoy abuelas de nuestro pueblo como aquella autoridad, que en su momento y en ejercicio de sus funciones, prohibió, mediante decreto alcaldicio, el uso de pantaloncitos cortos, los famosos "hot pants", aquellas diminutas prendas de vestir favoritas de las jovencitas. A ninguna le estaba permitido salir a la calle con aquella cosa que mostraba más de lo debido, inquietando lo indebido...Más de una desafiaría la medida, culminando en multas y reprimendas hacia los padres y de los padres hacia sus hijas. A saber cuántas chiquillas regañadas por ahí...Hoy ríen recordando aquellos tiempos...
Aquellas jóvenes, bellamente adornadas con la frescura de la juventud, se veían repentinamente reprimidas, impedidas para mostrar sus atributos, sus torneadas piernas! Cuánta belleza, propia de la efímera juventud, quedaría escondida bajo aquellas largas faldas a media pierna, pantalones largos y discretas blusas cubriendo sus encantos femeninos, qué mortificación! cómo era posible, aquello era una medida arbitraria, totalmente en contra de sus derechos, pensaban. Llantos y lamentos iban y venían, mas nada perturbaría al autor de semejante decisión...
Al alcalde de NY se le escapó de sus manos un propósito, aunque incomprendido, necesario para los consumidores con falta de voluntad para decir NO a lo que lentamente pudiera acabar con sus vidas. Firme en su decisión piensa seguir luchando por esta causa.
Al alcalde de Soná, nacido en el siglo XIX, le llovieron las quejas, críticas y señalamientos. Nada lo detuvo. Actuó acorde con su tiempo y su generación. Para él, eso era lo correcto!
Al margen de estos dos casos en particular, sin lugar a dudas un carácter templado en ocasiones es necesario para hacer valer leyes, poner en práctica planes y proyectos transformadores. Cuando se cree por convicción y conocimiento que traerán beneficios futuros, bien vale la pena correr algunos riesgos. Muchas veces el tiempo les otorga la razón...