Por: Miriam Rizcalla de Cornejo
Leía hoy que los salvadoreños están de fiesta celebrando el Día de la Pupusa, plato típico que no podría faltar en la mesa de cualquier familia en El Salvador, y en donde quiera que se encuentren, como sucede aquí, en Nueva York, donde hay tantos salvadoreños como personas de cualquier otra nacionalidad.
Entre las actividades realizadas por la iglesia católica de Great Neck, muy cerca de donde vivo, están las ferias para recaudar fondos donde todos llevamos algún plato tradicional de nuestros países, y entre ellos nunca faltan las famosas pupusas.
La primera vez que escuché hablar de la pupusa ciertamente no me sentí muy atraída con la idea de darle su probadita, el sólo nombre no me resultaba muy encantador precisamente. Sin embargo, en una ocasión me animé, y dije: no me puedo ir de aquí sin probar qué es, de qué se trata y cómo sabe. Y así fue. Son deliciosas.
La pupusa es una tortilla hecha a base de maíz y rellenas de frijoles, queso y carnes. Es todo un proceso su preparación, sin embargo, la mujer de hoy tiene la opción de ahorrarse gran parte del trabajo comprando en el súper mercado la masa para la tortilla y terminar de preparar el resto, dicen que incluso las venden ya listas, pre-cocidas, sólo de terminar su cocción en casa.
Celebremos el Día del Tamal en Soná
Todo esto me lleva a pensar y recordar mis días en mi pueblo cuando, inmersa en las actividades para desarrollar el turismo en Soná, decía que debíamos impulsar todo tipo de eventos para imprimirle a Soná un toque de gracia y atracción, y con ello atraer a un gran número de visitantes hacia el pueblo, lo cual derivaría en beneficio para sí mismo.
Y, ¿por qué no? Bien podríamos celebrar el Día del Tamal en Soná.
No es porque sea panameña, pero el tamal de Panamá es, en mi opinión, el mejor de todos. Claro está que es un asunto de gustos, ésta es sólo mi opinión, la digo consciente de que para todos, lo nuestro es lo mejor, es comprensible.
Nuestros tamalitos son una ¡auténtica delicia! Esto lo digo de la misma manera en que diría que, como el ceviche peruano, no hay otro. ¡Insuperable! Con los tacos mejicanos no hay quien compita. La pupusa salvadoreña, una delicia...pero nuestros tamalitos panameños son los mejores.
Hagamos un día de fiesta del tamal, o del sancocho, del chicheme, patacón, torrejitas, una feria de arte culinario, o Festival Gastronómico Internacional, o ¡lo que sea!, pero de algo hay que agarrarse para tener a Soná siempre activo y en constante estado de ebullición, atrayendo siempre a más visitantes, y teniendo para brindarles a lo largo del año un caudal de ofertas, cuál de todas más atractivas para su deleite, tanto como para guardar de nuestro pueblo el mejor de los recuerdos ¡y siempre desear volver! ;)
Entonces ¡Celebremos el Día del Tamal en Soná!