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Foto cortesía Isaac Franco |
Por: Miriam Rizcalla de Cornejo
La Compañía de Bomberos de Soná está de fiesta hoy, 24 de octubre, celebrando sus 55 años de labor ininterrumpida. Una entidad comprometida y al servicio de la comunidad.
Disciplina, Honor y Abnegación es el lema que distingue a los bomberos de la república de Panamá, tres valores con los cuales los Camisas Rojas rigen su heroico desempeño día a día.
Hechos
En 1956, un voraz incendio arrasó con el establecimiento comercial, propiedad de la familia Ferrabone, ubicada en la Avenida Nacional, próxima a la Escuela Miguel Alba. No hubo posibilidad alguna de sofocar las llamas que rápidamente abrazaron y destruyeron todo a su paso, pues Soná carecía de un personal debidamente preparado para estos fines. No hubo víctimas que lamentar, sólo pérdidas materiales.
Como consecuencia lógica, surge, a raíz de lo sucedido, el interés por crear una Compañía de Bomberos en el pueblo, pues el temor de que otro siniestro similar pudiera registrarse nuevamente, se apoderó de todos. El pueblo se tornó consciente de lo desvalido de su situación, por lo que la iniciativa fue bien recibida.
De esta manera, luego de muchas reuniones y conversaciones se registra formalmente una junta directiva conformada de la siguiente manera:
Mayor Primer Jefe: Alberto Lorenzo Martinelli
Mayor Segundo Jefe: Abelardo Amo Zakay
Mayor Tercer Jefe: Ageo Chen
Capitán Fiscal: José Pardini
Capitán Secretario General: Julio Pinilla Jr.
Tesorero: Ignacio Rojas
Así quedó finalmente constituida la Compañía de Bomberos de Soná, el 24 de octubre de 1957. Con el pasar de los años se le dio, en honor a quien fuera su Mayor Primer Jefe y miembro fundador, el nombre que actualmente tiene: Mayor Alberto L. Martinelli.
Inicios
El Municipio de Soná donó para esta causa un lote de terreno ubicado en la calle del Puerto, donde permanecen desde su primer día. Al principio la estructura estaba muy lejos de tener la imagen que hoy tiene. Era una pequeña y sencilla construcción de madera, como casi todas las casas en aquel tiempo, con techo de zinc y piso de tierra. Rápidamente, la junta directiva emprendió todo un movimiento con miras a construir unas instalaciones más fortificadas. Gracias al apoyo y arrojo a la acción de una comunidad unida, solidaria y, sobre todo, emprendedora, se logró el propósito viéndose culminada en 1962. Poco a poco, y con el pasar de los años, se añadieron nuevas mejoras hasta lograr la bella instalación que representa la actual Compañía de Bomberos de Soná. Allí han permanecido a lo largo de estos 55 años de continua actividad y en constante crecimiento, tanto en equipo como en preparación del personal.
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Primer Carro Bomba
Foto cortesía Isaac Franco |
En sus inicios y a modo de respaldo, la Compañía de Bomberos de Panamá donó el que fuera el primer carro bomba con el cual empezaron sus labores. Lógicamente, con el paso del tiempo y el crecimiento de la ciudad, nuevos vehículos se sumaron como necesidad y parte imprescindible de la compañía. En la actualidad cuenta con un total de doce vehículos, de los cuales tres son carros bombas, altamente dotados con las herramientas necesarias para hacerle frente a una catástrofe y dos modernas ambulancias, debidamente equipadas y dispuestas para brindar sus servicios de emergencia las 24 horas del día. Del resto de los vehículos, uno es para rescates de difícil acceso y dos para la oficina de seguridad. Los cuatro restantes son reliquias, entre los cuales se encuentra el primer carro bomba con el que iniciaron sus funciones.
Tragedias registradas en el pasado
En Soná no son frecuentes los incendios, en verano, principalmente, suelen registrarse en los potreros y fincas cuando la hierba -antes verde y fresca- se convierte en paja seca, presa fácil para ser consumida por las llamas. Muchas veces son ocasionados por una simple colilla de cigarrillo tirada al azar, más allá de esto, no son habituales.
Sin embargo, aún permanece en la memoria de muchos sonaeños las tragedias ocurridas en el pasado, como lo fueron el incendio del local comercial del señor Leoncito Chen, en 1961, que produjo la muerte de un niño y el de la familia Cortés, en 1963, cuando en una noche, víspera del Año Nuevo, las llamas de un voraz incendio arrasaron con una panadería ubicada en la Avenida Central y con la propiedad de los hermanos Rafael y Samuel Cornejo, ubicada justo al lado. Un saldo de cinco víctimas fue el resultado de aquel suceso lamentable que llenó de luto y dolor a todo un pueblo. Una tragedia inolvidable. Posteriormente, en 1988, la casa del señor Jorge Maloff fue consumida por las llamas. Las pérdidas sólo fueron materiales.
Una sirena llamada Rebeca
Ubicada en lo alto del techo se encuentra la sirena que por diversas razones anuncia o avisa, con su sonido tan familiar, acerca de algún suceso o evento acontecido en el pueblo. Estos van desde la amenaza de un incendio, como llamados para reuniones de los Camisas Rojas, avisos para algún desfile o celebraciones especiales. De igual manera se escucha a las nueve de la noche, hora ésta, cuando todos los menores de edad deben estar en casa, una disposición que data de muchos años atrás.
La sirena fue una donación realizada por el señor Héctor Santacoloma, capitán de la Compañía de Bomberos de Santiago. A esta sirena se le confirió un nombre: Rebeca, en honor a la madre del capitán Santacoloma quien, además, era sonaeña. Por más de medio siglo "Rebeca" sigue trabajando -en compañía de los bomberos- por y para Soná.
Banda de Música
El Dr. José Leonardo Díaz, quien fuera director médico del Hospital de Soná y miembro activo del Cuerpo de Bomberos, tuvo la iniciativa de crear una banda de música realmente admirable, compuesta por un número significativo de instrumentos diversos. Tuvo entre sus instructores al profesor José Luis Rodríguez, de Santiago, quien les enseñó a interpretar la bellísima marcha "Disciplina, Honor y Abnegación" cuyo título representa el lema de la Institución, antes referido, entre otras piezas musicales.
Aquella banda era el orgullo del pueblo. Aunque en el presente dista de ser lo que en sus inicios -debido al número de instrumentos- no impide, en modo alguno, ser objeto de admiración en sus presentaciones. Los Camisas Rojas, se regocijan animando las celebraciones del pueblo. Acompañan las procesiones con sus acordes musicales, de tipo religioso, en Semana Santa, en las fiestas patronales y en todo evento que se les solicite. Sus toques en las famosas dianas para fiestas patrias son memorables. La Banda de Música de la Compañía de Bomberos de Soná, engalana cualquier desfile o festividad que se celebre en el pueblo. Su sola presencia imprime carácter, autoridad y distinción en cualquier evento.
La Compañía de Bomberos de Soná -o El Cuartel de Bomberos, como todos le dicen- es sinónimo de orgullo y respeto para Soná, por lo que son y representan para la comunidad.
Nota:
Este artículo tiene como referencia algunos datos del libro de la Sra. Hilda Saied de Abrego, los cuales fueron verificados con otras personas del pueblo. Se agradece la colaboración de la Sra. Leticia Cornejo de Batista, de Eduardo Cornejo Sáenz, quien fuera el menor de los integrantes de la banda de música cuando ésta recién estaba en formación, y de los miembros de la Cia. de Bomberos de Soná, Isaac Franco y Gloria Peñalba, quienes aportaron nuevos datos y confirmaron otros, además de las fotografías para ilustrar esta nota.
Cualquier dato adicional, que pudiera ser valioso para complementar y ampliar esta información, es bien recibido. Se agradece toda colaboración, por lo cual, queda abierta la posibilidad de futuras actualizaciones.